Una reacción adversa a los alimentos es una respuesta clínica anormal frente a la comida ingerida o algún aditivo alimenticio. En general, los mecanismos patógenos que provocan las reacciones adversas a los alimentos comprenden la ingestión del agente involucrado seguido de la interacción de dicho componente con un sistema de amplificación biológica que provoca inflamación y signos clínicos.
Los alérgenos alimentarios que causan problemas en animales son las glucoproteínas. Las reacciones adversas a la carne de vaca, productos lácteos y trigo suponen el 66% de los casos descritos en perros. Las reacciones al pollo, huevos de gallina, cordero o soja representan el 25% de los casos en caninos.
En gatos, las reacciones adversas a la carne de vaca, productos lácteos y pescado suponen más del 80% de los casos descritos.
Respecto a las manifestaciones clínicas estas pueden ser alteraciones digestivas entre las que destacan vómitos y diarreas; y por otro lado alteraciones dermatológicas entre las que encontramos: prurito, dermatitis miliar, dermatitis húmeda y dermatosis seborreica entre otras.
El diagnóstico es complejo y requiere de la presencia de un clínico veterinario experimentado que elabore un programa de dietas de eliminación, e incluso le aconseje realizar pruebas cutáneas intradérmicas como la radioalergoadsorcion y los ensayos inmunoadsorcion unida a enzimas.
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